Bad Bunny y el nuevo capítulo del Halftime Show: entre estrategia, orgullo cultural y controversia

El anuncio de que Bad Bunny será el artista principal del espectáculo de medio tiempo del Super Bowl LX, organizado por la NFL, Apple Music y Roc Nation, causó un terremoto en las redes, medios y círculos políticos. Este no es un caso típico de selección musical: detrás hay decisiones estratégicas, debates sobre identidad cultural y una dosis de riesgo calculado.

¿Cómo fue anunciado y quién intervino?

El 28 de septiembre de 2025, durante la transmisión de Sunday Night Football, la NFL, junto con Apple Music y Roc Nation, reveló que Bad Bunny encabezaría el halftime show del Super Bowl LX, que se celebrará el 8 de febrero de 2026 en Levi’s Stadium, California.

Según declaraciones del anuncio oficial, Bad Bunny afirmó:

“What I’m feeling goes beyond myself … this is for my people, my culture, and our history. Ve y dile a tu abuela, que seremos el HALFTIME SHOW del Super Bowl.”

¿Por qué Bad Bunny? Una estrategia con múltiples objetivos

La decisión de poner a Bad Bunny como cabeza del espectáculo no puede interpretarse como puramente artística ni espontánea. Aquí algunas razones clave detrás de esta apuesta:

1. Alcance internacional y diversidad demográfica

Bad Bunny es uno de los artistas más escuchados del mundo, con una sólida presencia en mercados latinoamericanos y de habla hispana. Asumirlo como cabeza del halftime es una forma de que la NFL siga expandiendo su audiencia, especialmente hacia la comunidad latina, ya que su público joven “global” es un activo valioso.

2. Renovación de marca y relevancia cultural

El espectáculo de medio tiempo había caído algunas veces en formatos seguros, repetitivos o poco arriesgados. Con figuras como Kendrick Lamar el año previo, la NFL ya ha dado indicios de querer inyectar mayor contenido cultural, mensaje y sorpresa al show. La elección de Bad Bunny sigue ese hilo de dar relevancia y frescura. (New York Magazine)

3. Representación y “momento simbólico”

Para muchos seguidores latinos, la elección es un acto simbólico de visibilidad cultural: ocupar el escenario más visto en EE. UU. con un artista que canta mayoritariamente en español puede entenderse como un mensaje de inclusión. (The Spectrum)

4. Riesgo calculado

Sí, la decisión implica riesgos: encuentra oposición, polarización y reacciones políticas. Pero la NFL —y Apple Music— parece dispuesta a asumirlos como parte del valor cultural y mediático que genera dicha controversia. (New York Magazine)

Esta apuesta demuestra que ya no basta con entretener: el medio tiempo es también terreno de narrativa cultural y posicionamiento de marca.

Las declaraciones de Bad Bunny: firmeza, ironía y reivindicación

Desde que se confirmó su participación, Benito ha respondido con una combinación de orgullo, ironía y discursos de identidad. Algunos momentos destacados:

  • En “Saturday Night Live”, aludiendo a las críticas, dijo:

    “I’m very happy, and I think everyone is happy about it, even Fox News.”
    Luego, en español, afirmó que su presencia en el halftime “es un logro para todos nosotros”, y remató en inglés:
    “If you didn’t understand what I just said, you have four months to learn.” (The Washington Post)

En conjunto, sus declaraciones buscan reposicionar la narrativa: no sólo es un artista invitado, sino un símbolo cultural que reclama espacio.

La polémica: voces críticas vs. apoyo cultural

No sorprende que la elección haya provocado reacciones polarizadas. Entre las principales críticas y defensas:

Críticas y cuestionamientos

  • Figuras conservadoras han cuestionado su idoneidad, apuntando a que su música es en español, su estilo de vida desafía normas tradicionales, o que sus inclinaciones políticas lo hacen no representativo. (New York Magazine)
  • Donald Trump calificó la elección como “absolutamente ridícula” durante una entrevista, afirmando que ni siquiera sabía quién era Bad Bunny. (New York Magazine)
  • El presidente de la Cámara de Representantes de EE. UU., Mike Johnson, declaró que no sabía quién era Benito y consideró la decisión mala, sugiriendo artistas más “apropiados”. (New York Magazine)
  • Autoridades de seguridad, como Kristi Noem, hablaron de la posibilidad de presencia de ICE en el evento, creando temor entre comunidades latinas. (The Washington Post)

La polémica misma contribuye al “hype”: cada crítica amplifica la conversación, lo que puede incrementar la expectación.

Reflexiones de marketing: lecciones de un medio tiempo estratégico

Para medios, marcas o profesionales del marketing, el fenómeno Bad Bunny-Halftime deja aprendizajes interesantes:

  • Cultura como diferenciador: en un entorno saturado, posicionarse como “representante cultural” puede ser más potente que sólo ser “popular”.
  • La polarización rentable: apostar por figuras que generan debate no es necesariamente un riesgo, puede ser una estrategia para asegurar relevancia mediática.
  • Audiencias fragmentadas, cultura global: la música en distintos idiomas ya no es barrera; audiencias globales consumen contenido más allá del idioma dominante.
  • Narrativas simbólicas: el espectáculo ya no es sólo performance, es también mensaje, identidad y visibilidad.

Colaboración estratégica: la relación entre la NFL, Apple Music y Roc Nation muestra que este tipo de espectáculos es tanto empresarial como artístico.

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